La sede capitalina de la UV se sumó al ejercicio convocado por la Onemi con el fin de hacer un diagnóstico que permita implementar un plan de emergencia.
A las 11:02 de este jueves 13 de noviembre, y tal como se había establecido en la planificación, los silbatos comenzaron a sonar en el Campus Santiago de la UV. Ordenada y eficientemente, los funcionarios designados como monitores empezaron a evacuar, sala por sala, a los estudiantes y profesores, llevándolos a las zonas de seguridad.
Tras veinte minutos, todos comenzaron a volver a las aulas para retomar sus actividades. Habían sido parte del simulacro de terremoto del sector educación de la Región Metropolitana que convocó la Onemi como parte del programa “Chile Programado”. Más de 2.000 establecimientos de educación prebásica, básica, media y superior tomaron parte y la sede capitalina de la UV se incorporó por primera vez a una actividad de esta índole.
La idea de sumarse al simulacro era descubrir las falencias que presenta el Campus Santiago y a partir de ese diagnóstico elaborar un plan de emergencia que permita responder ante la ocurrencia de un sismo de gran magnitud.
Óscar Leiva, prevencionista de riesgos del IST fue el evaluador del local designado por la Onemi y expresó que “la fortaleza principal que detecté fue la capacidad organizativa de los funcionarios y la principal debilidad es que no esté implementado un plan de evacuación en caso de emergencia. Falta también que algunos profesores se hagan cargo de su responsabilidad como la voz con más fuerza dentro de una sala. Ellos tienen una responsabilidad moral de ser guías ante cualquier situación de emergencia que se pueda producir. Este simulacro es una radiografía inicial que entrega mucha información, porque hubo una serie de inquietudes que se plantearon de parte de los mismos monitores. Y no veo que sea difícil implementar un plan de emergencia, porque veo un gran compromiso de la gente que está cargo. Una vez diseñado e implementado ese plan, el resto es seguir las instrucciones. La idea es que para el próximo simulacro ese plan ya esté en marcha”.
También estuvo presente en la actividad Mauricio Larco, encargado de Prevención de Riesgos de la Universidad de Valparaíso. En su análisis, comentó que “hay que separar dos conceptos. Un tema es la emergencia, que es un evento no planificado, no deseado, que interrumpe los procesos y te pueden generar pérdida o daño y para esto la institución debe estar preparada y una forma de hacerlo es organizarse para enfrentar una emergencia. Eso se plasma en un plan que necesariamente debe ejercitarse y eso es que lo se intentó hacer en el Campus Santiago. Lo otro es que debemos buscar que haya una visión de comunidad universitaria, en que hay alumnos funcionarios y académicos y no puede ser que un estamento se margine porque lo que deje de hacer uno afecta al otro. La importancia del simulacro es que la gente ejercite un escape eficiente, expedito y ordenado”.
El director del Campus Santiago valoró esta acción destacando que “esta es la primera experiencia institucional en la Región Metropolitana y como tal hemos constatado fortalezas importantes, en especial lo relacionado con el compromiso de los monitores y la actitud positiva en general de los estudiantes y académicos. Ahora bien, es importante reconocer que se presentan oportunidades de mejora, que es donde debemos focalizar el esfuerzo institucional, con acciones muy concretas que hay que comenzar a trabajar desde ahora. Sin duda alguna, repetiremos durante el año 2015 estos simulacros en forma constante, de manera que esté internalizado en todos los miembros de nuestra comunidad el rol que cada uno tiene, para que cuando ocurra una emergencia real no tengamos que lamentar daños personales”.
www.uv.cl, 14 de noviembre de 2014