Sostuvo Raphael Bergoeing en charla realizada por Ingeniería Comercial en el Campus Santiago.
El presidente de la Comisión Nacional de Productividad, Raphael Bergoeing, recalcó que es clave “mejorar el Estado y el mercado” para lograr una mayor productividad en la economía, que le permita a Chile alcanzar el desarrollo y superar así el umbral de los países de los ingresos medios.
“La productividad es un desafío relevante, porque es tal vez lo más cercano a lo que conocemos como calidad de vida de las personas en el largo plazo”, sostuvo en la charla que realizó la Escuela de Ingeniería Comercial en el Campus Santiago por sus 60 años de historia.
Bergoeing, quien es economista y académico de la UDP, explicó en su exposición “Más con menos: el desafío de la productividad en Chile” que el sostenido crecimiento del PIB del país durante las últimas tres décadas marcó un hito en su historia económica al compararla con las ocho anteriores, y lo catapultó al grupo de países de ingresos medios avanzados, es decir, entre US$ 24.000 y US$ 25.000 per cápita. A su juicio, se trata de “un caso inusualmente exitoso” en la región.
Sin embargo, advirtió que los últimos años -según los datos disponibles- retratan una economía chilena que sufre una evidente “desaceleración de su productividad”. Esta situación conspira contra un mayor crecimiento de la economía y la posibilidad de seguir mejorando la calidad de vida de las personas.
En el pasado, indicó Bergoeing, las fuertes inversiones en la minería y la creciente incorporación de la mujer al mercado laboral a partir de la década de los noventa disimularon el hecho de que nuestra economía tenía brechas de productividad importantes.
Por eso, desde una perspectiva de políticas públicas, la discusión hoy es cómo Chile debe abordar de buena manera esta nueva etapa, en la cual se requiere hacer más en menos horas; disponer de una institucionalidad que promueva la productividad; hacer un uso más eficiente de los recursos naturales, lo que es positivo para el medio ambiente; avanzar en calidad y en la introducción de nuevas tecnologías.
Y esto debe ocurrir en “todos los sectores relevantes de una economía, porque la productividad se relaciona no solo con el mundo de las empresas, sino también con el sector público”, afirmó.
Resistencia al cambio
El presidente de la Comisión Nacional de Productividad explicó que mientras la estabilidad es una condición necesaria en el ámbito macroeconómico, para mejorar la productividad se requieren muchos cambios a nivel micro. Y esto último, casi como una tendencia natural, usualmente despierta temores y resistencia.
Además, Bergoeing destacó que no existe una sola medida que lo resuelva todo, sino que este esfuerzo exige realizar múltiples tareas. Por otro lado, siempre habrá grupos de interés que presionen para que no se generen cambios. En el caso de la modernización del Estado, se suma el hecho que para cualquier gobierno es “difícil aceptar los costos de transición” y que los “beneficios no son tan obvios” en el corto plazo.
El doctor en Economía de la Universidad de Minnesota (Estados Unidos), planteó que, por ejemplo, es comprensible que mucha gente se inquiete con fenómenos como la automatización por el temor a perder el trabajo. Sin embargo, dijo que “la evidencia académica sugiere que se tiende a reemplazar tareas y no ocupaciones. De hecho, los tres países más productivos del mundo desarrollado son Estados Unidos, Japón y Alemania y son los que tienen la tasa de desempleo más baja”.
Bergoeing aclaró que no se trata de hacer más con menos trabajadores, lo que se busca es “hacer más cosas”, pero “con menos horas trabajadas, no con menos empleo o con menos ingresos”.
Al respecto, comparó la realidad del país con una potencia desarrollada. “En Alemania una persona trabaja 25% menos que en Chile y produce tres veces más, es decir, es doce veces más productiva”.
Por lo tanto, planteó que “desde la política pública, el camino a seguir, el camino correcto, es uno en el cual uno se hace más productivo y, al mismo tiempo, logra como persona, en una comunidad, una mejor calidad de vida”, enfatizó el ingeniero comercial de la Universidad de Chile.
Esta conferencia fue organizada por la Coordinación de Investigación de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas, FACEA, la Escuela de Ingeniería Comercial y el Campus Santiago. Y contó con la participación de estudiantes de la carrera de Santiago y Viña del Mar, así como del director de la Escuela de Ingeniería Comercial, Galo Herrera; el director del Campus Santiago, Carlos Bravo, y otros académicos.
Como cierre de la actividad, el profesor Galo Herrera agradeció la presentación de Bergoing, “en el marco del proceso que estamos viviendo como carrera” para abordar los nuevos desafíos curriculares y de vinculación con el medio, por ejemplo, en la relación de la academia con las empresas.
Incentivar la investigación
Tras la charla, el académico Patricio Herrera comentó que “actividades como estas son fundamentales para incentivar la investigación en la FACEA, pues estimulan a estudiantes y académicos a reflexionar estos problemas expuestos, como la productividad y sus enlaces con la micro y macroeconomía. Son formas complementarias de aprendizaje y enseñanza”.
El coordinador de Investigación de FACEA y profesor de Ingeniería Comercial añadió que “luego pueden seguir momentos de mayor complejidad, como animarse a modelar soluciones y ahí podemos estimular la producción de conocimiento que idealmente pueden tributar en un paper, documento de estudio o una artículo científico. Por tanto, seguiremos desde la Coordinación de Investigación de la FACEA realizando estas instancias”.
Fuente: www.uv.cl, 31 de octubre de 2018